8 nov 2022

Micro KFK (un proyecto, un diario, una vida)




El hablar de ‘despliegue’ es muy ambiguo. 
Mientras el capullo se despliega hasta ser una flor, 
el pequeño barco de papel que hemos enseñado 
a hacer a un niño se despliega  hasta ser una hoja lisa. 
Este segundo tipo de ‘despliegue’ 
es el adecuado a la parábola: 
el placer del lector la va alisando 
hasta que al fin su significado le resulte evidente. 
Pero las parábolas de Kafka se despliegan 
en el primer sentido, como el capullo 
se convierte en una flor. 
Por eso su producto es similar a la poesía.

(Walter Benjamin)


Pequeño ciclo sonoro y literario de cámara con sintetizadores.

Durante septiembre de 1917 y abril de 1918, en casa de su hermana Ottla, en la ciudad de Zürau, en la campiña bohemia, recuperándose de la primera crisis desencadenada por la tuberculosis que había sufrido un mes antes, Kafka escribió un cuaderno con anotaciones de diverso orden, en su mayoría breves (o muy breves) que fueron conocidas como "Los aforismos de Zürau".

Ese cuaderno pasó a formar parte del conjunto de escritos que Max Brod no entregó al fuego: (la que habría sido) la última voluntad de Kafka sobre su "obra" no publicada.

Entre el 27 de mayo (mi papá murió el 9 de ese mes) y el 24 de septiembre de 2021 (con una intervención quirúrgica en medio), me dediqué a grabar, en lo posible sosteniendo el ritmo de una por día -aquel "sale y se pone" de un blog de Violeta Kesselman-, los “aforismos”: primero cortando y pegando sonidos de tutoriales de sintetizadores encontrados en la red, y en la medida en que el proyecto avanzaba, con la colaboración inestimable de dos músicos, Luciano Azzigotti y Pablo Chimenti (y las charlas que mantuve con otrxs que me sirvieron para pensar algunas cuestiones). Estudié sobre sonido digital en la UTN para mejorar -dentro de mis pocas posibilidades- las grabaciones. Finalmente, aprendí a manejar DAWs, sintetizadores digitales, pianos virtuales, generadores musicales automáticos, etc. Grabé cosas del cotidiano, aprendí a usar el Pure Data, etc., sumando cosas sonoras "originales" a las grabaciones en voz alta.



Siempre, de fondo, las lecturas son acompañadas por lecturas en alemán de robots traductores. No seguí el orden del archivo kafkiano (los aforismos están numerados del 1 al 109), sino que me manejé con cierto azar: abría el libro y elegía el primer aforismo que encontrara.



Como escribió Kafka en EL SILENCIO DE LAS SIRENAS: jugué con un método insuficiente y casi pueril (no era música el sonido de las grabaciones, me hice de lo que andaba por ahí, y el primer desafío era hacer un diario sonoro y vocal de esas escrituras).



Finalmente, sí, resultó algo así como un diario de lecturas, de grabaciones, de testimonio de amor a Kafka (a cuya materialidad, espero, haberme acercado), y de una experiencia con el sonido, la vida y la poesía: "enter vida data" también pensé en esta experiencia imperfecta, eco del archivo de lo que "el judío de Pagra" escribió y vivió hace más de 100 años y aún nos llama.



Kafka escribió ejercicios de escucha muy particulares,  casi protocolos de experiencias sonoras que podemos encontrar, por supuesto, en “El silencio de las sirenas" (método) o en una de las últimas anotaciones hechas en el cuaderno de Zürau: “No es necesario que salgas de casa. Quedate en tu mesa y escucha. Ni siquiera escuches, espera nada más. Ni siquiera esperes, quedate totalmente en silencio y solo. El mundo se te ofrecerá para ser desenmascarado, no puede evitarlo, extasiado se hará un ovillo ante ti”. Como en las Micro KFK.

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