20 abr 2023

Apuntes (sobre el Lied) para una clase sobre J.R. Wilcock

¿Qué es el lied, si no música "contaminada"? Música contaminada de literatura, pliegue de las figuras amadas inscriptas en la temporalidad musical. Por eso, el Lied puede ser un artefacto político, como bien lo pensó Brecht (Cfr. Benjamin: literaturizar/politizar): artista atento, informado ideológicamente, pero amante también del brillo y el vestido, según Barthes. Barthes asigna al Lied una característica a la voz cantante -ese grano, esa huella-:

"el lied romántico en cierto modo olvida [a las voces edípicas, familiares]: no tiene en cuenta las características sexuales de la voz", y le asigna un sexo "unisex", o "neutro" según otros desarrollos de Barthes. El lied aparece en Europa "precisamente cuando los castrados desaparecen" y entonces el lied brilla: #la criatura públicamente castrada ha sido sucedida por un ser humano complejo, cuya castración interior está interiorizada" (p.280). En todo caso, la voz del lied es una voz que pone en escena "la angustia de algo que amenaza con dividir, separar, disociar, despedazar el cuerpo". Esa voz otra que resuena en todas partes, una voz sin territorio, suspendida -como la voz de la Muerte en Schubert", siempre se encuentra lejos, "en una especie de no-espacio". Pero la voz del lied es una voz centrada, íntima, alojada en el cuerpo del cantante y el oyente: cantar, en el lied romántico, "es gozar fantasmáticamente de mi cuerpo unificado" (p. 281)

En el lied canta el afecto del ser perdido, abandonado ("el cuerpo separado del niño, del enamorado, del ser perdido"). El lied, para Barthes, es pura errancia, viaje "cerrado a todo sentido, como vuelto sobre sí mismo, ciego, cerrado a todo sentido general, a toda idea de destino, a toda trascendencia espiritual" (p. 284).

El lied es anacrónico siempre, música contaminada por literatura, se sitúa en el dictado de amor, en la excentricidad:

"La pasión amorosa, ese fenómeno intermediario (así lo llamaba Platón) quizás extrae su opacidad histórica del hecho de no aparecer a lo largo de los siglos, más que en individuos o grupos marginales, desposeídos de la Historia, ajenas a una sociedad gregaria, fuerte, que los presiona y los excluye, apartándolos de todo poder: en los Udrites del mundo árabe, los Trovadores del Amor cortesano, los Preciosos del gran siglo clásico y los músicos-poetas [el guion del medio señala contaminación] de la Alemania romántica" (p- 284). 

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